El triatlón de Riveira de este pasado fin de semana puso punto y seguido a la temporada. Después de 5 pruebas, incluyendo el medio ironman del Nortwest Triman, toca un pequeño descanso para volver con más fuerza y preparar el final de la temporada de triatlones.

El de Riveira fue un triatlón distancia olímpica con drafting, que empezó con dos vueltas en el agua, agua que estuvo bastante tranquila toda la prueba.

El ciclismo se desarrolló en un circuito corto, con cinco vueltas y gran parte del recorrido urbano. Aunque la cosa empezó bien en cuanto a meteorología, en mitad del ciclismo la cosa se complicó con algo de lluvia fina que hizo que la cosa se pusiese peligrosa, sobre todo en alguna rotonda en la zona del puerto, que se puso bastante resbaladiza, alguna caída y muchos sustos, por suerte había voluntarios avisando del peligro para bajar la velocidad. Aunque la vuelta era prácticamente plana escondía un repecho al principio, no muy grande pero que se iba haciendo cada vez más duro con cada giro.

En la parte de carrera a pie seguimos con las vueltas, cuatro esta vez, a un circuito de ida y vuelta por el paseo de la playa, totalmente plano con cinco escalones en el medio que la verdad es que sobraban.

Mucho ambiente durante toda la prueba, con bastante público animando tanto en la salida de la natación, como en el circuito de bici y durante la carrera, dando ánimos en todo momento.

En lo personal la verdad es que no fueron las mejores sensaciones, era mi carrera número 40 y me apetecía disfrutarla, además siendo justo dos semanas después del medio ironman no tenía claro que estuviese al 100%. Ya desde el agua las sensaciones fueron muy malas así que toco cargarse de pensamientos positivos e intentar disfrutar para acabar, sin pensar en el tiempo.

Ahora toca un poco de descanso, disfrutar un poco del verano con la familia y cargar pilas para volver a por nuevos retos.