2º Trofeo Jardineria Arce y el valor de la resiliencia por Pirucho Pequeno
2º Trofeo Jardineria Arce y el valor de la resiliencia
¿A quien no le ha pasado?…te metes en la ducha y el agua está o demasiado fría o demasiado caliente, intentas corregirlo y sólo consigues el efecto contrario…pues lo que viene siendo la temporada de XC del 2018, una de cal y otra de arena. Que en Piñor nos congelamos, pues en Coiros nos morimos de calor, y en Ledoño de vuelta al frío. Para ser justos diré que en este sábado estuvimos cerca de la perfección, le sobró lo que nos llovió en la mañana mientras terminábamos de marcar. Si, terminábamos, tercera persona del pretérito imperfecto, -mos de nosotros, que parece que no os acabáis de creer que una también arrima el hombro desbrozando, rastrillando y marcando.
No se como me lo he montado pero al final media temporada de Xc son las carreras de casa, Mugardos por ser las vistas del salón de mi casa, Ferrol por ser ferrolana adoptiva desde hace una década, Coiros por ser medio betanceira por parte de padre, Cambre por ser cambrona (o cambresa) de pura cepa y Ledoño por ser el otro XC que organizamos en el Club Ciclista Cambre. Así que como el 2º Trofeo Jardineria Arce es la carrera de casa y además estoy activamente implicada en su organización (y cohabito con uno de los diseñadores del trazado) me voy abstener de valorar el circuito, eso os toca a todos los que participasteis en nuestra carrera, a mi me resultaría imposible ser imparcial. Solo espero que haya sido una experiencia positiva, que hayamos conseguido poneros a prueba sin arriesgar vuestra integridad física y que os queden ganas de volver a repetir de aquí en un año.
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¿Pensabais que ya iba a terminar la crónica? noooo…para cerrarla me gustaría hablar de una cualidad que me parece fundamental nuestro día a día y de la que apenas se habla, la resiliencia. La capacidad de hacer frente a las adversidades, de transformar el dolor en una fuerza motora para superarse, en resumen, la capacidad sobreponerse. El Mtb es una modalidad dura, los días que no pasa nada son raros, las caídas son de lo más habitual y aunque no produzcan lesiones graves te mazas y/o te arañas. El día que no caes, están las averías, los fallos persistentes o las roturas catastróficas. Es decir, poniendo todo de tu parte, la suerte juega un papel muy importante. En Ledoño, Jorge Fernández, cadete de 2º año del C.C.Coruxo, perdió su sillín en el tramo final de su primera vuelta, a pesar de ello consiguió completar dos vueltas más al exigente circuito de Ledoño sin poder sentarse en ningún momento. Roi López, Junior de 1er año del Compostelano, sufrió una rotura de cambio a mitad de competición y completo los 8 kilómetros que le faltaba corriendo junto su bicicleta logrando finalizar la prueba. Por supuesto que no fueron los únicos que sufrieron percances, Rubén Piñeiro terminó la carrera sin perder la sonrisa con el cambio inutilizado, Zoe del Rio perdió la cadena y consiguió volver a colocarla, Laura Fernandez sufrió una caída y logró completar la prueba a pesar del dolor que sufría… Pero qué menos que reconocer la hazaña de estos luchadores, su capacidad para gestionar la frustración y no ceder ante el derrotismo, su determinación a persistir sobre las adversidades son los valores que tan especial hacen a los riders y ciclistas en general. Los años pasarán volando, vendrán otras temporada y las carreras se sucederán una tras otra, pero los que lo vivimos, los que estuvimos allí nos acordaremos siempre de cuando un cadete y un junior les enseñaron a todo el pelotón lo que era la resiliencia.
Nos vemos pronto, feliz semana gente.
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